—¡Dios mío, no
puede ser, esto no puede ser!
—Mamá, ¿qué
pasa? —preguntó Íker.
—¿Conoce usted
estas joyas? ¿Conoce ese collar? —interrogó el comisario.
—Lo he visto en
una foto, en una foto de Laura Ruiz, la chica que mataron detrás del Barranco
del Lobo Negro. Pero ¿por qué estaba en el coche de mi marido?
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